MIS DIAS CON MANUEL - 3 Meses

Creo que a partir de ahora va a ser casi imposible no hablar del tiempo como un tirano toda vez que piense en vos, sin darme cuenta has dejado de ser un bebé frágil para trasformarte en esta bella criatura que no para de crecer, a veces hasta yo mismo me asombro cuando veo tu cuerpo desparramado en la cama, se te ve fuerte, saludable, sos la creación más bella que podíamos haber hecho, se bien que como padres nuestra mirada nunca será imparcial, pero es un sentimiento demasiado real y demasiado intenso como para no decirlo, no me importa que digan los demás, yo te observo y muero de amor por vos, siento que tus miradas me siguen, te imagino cómplice, compinche, disfruto de tenerte en mis brazos aunque tu peso conspire contra ello.

 La pediatra no se cansa de repetir lo saludable que estás; la gente te señala y se sonríe, en los centros de compras nos paran para felicitarnos por la criatura que tenemos, ojalá la vida te premie a vos también con momentos tan agradables como los que vivimos desde tu llegada. Sos un bebote, de esos de las jugueterias, tus piernas regordetas no dejan dudas de que estás bien alimentado y vos haces todo lo posible para que eso ocurra, llorás a destajo para conseguir tu blanco nectar, me imagino que en poco tiempo la que tu madre te pueda ofrecer será escaso, y se avecinará el tiempo de las papillas y las bocas enchastradas, pero bueno, ya demasiado pronto vuela el tiempo como para que yo ahora encima me dedique a la futurología, no vale la pena, quiero disfrutarte cada segundo, se que no es facil, el trabajo y las obligaciones no son buenos aliados en ese deseo, pero nada me impulsa mas a apurarme que saber que a la vuelta de la esquina me esperan tus sonrisas; te veo como un niño feliz y esa se convierte en mi mayor felicidad. Por favor dale una pausa a tu crecimiento que el tiempo se me está yendo inalcanzable.