viernes, 21 de octubre de 2011

MIS DIAS CON MANUEL - Día 22

¡Cómo vuela el tiempo! Se esfuma, desaparece impiadoso, casi cuando termine de escribir estas líneas estaremos brindando por tu primer mes junto a nosotros, al menos fuera de la panza, porque tu presencia en esta casa viene de largo rato antes.Hoy sábado hemos festejado mis 40. Una fecha importante, creo que en cierta forma es el codo de la vida, siempre lo sostengo y quizás por eso esto puedas llegar a leer en algún otro lado, pero es cierto, hasta aquí llega lo que quise ser, de ahora en adelante es lo que seré. No te preocupes si estas palabras te resultan extrañas, a su debido tiempo las comprenderás, no te impacientes; se también que intentarás adelantar el reloj cada día esperando por los supuestos beneficios de ser mayor, ¡Que gran mentira! No dejes de disfrutar cada uno de tus minutos niños, el tiempo de los adultos siempre será el de anhelar nuestras épocas de bolitas y rayuelas.

Yo en realidad cumplí un par de días antes y debo reconocer que fue atípico pensar que yo mismo me había hecho el mejor de los regalos, vos. Vos tan chiquito y tan gigante a la vez obsequiándome un regalo junto a tu madre, como si no fuera suficiente con tu sola presencia, creo que no puede haber en este momento ser en el mundo mas lleno de felicidad que yo, y por raro que pueda parecer, no creo que eso genere envidia, por el contrario, estoy convencido que mi estado fagocita todos los otros que no giran en el mismo sentido, gracias a vos, siento que se iluminan otras almas, me siento como el puente que une tu luz y el bienestar de las personas. Había soñado para mis 40 una fiesta anecdótica, pero paseándome entre mis amigos con vos en mis brazos, te juro que no extrañé nada de aquello que había imagina tiempo atrás. Como siempre fuiste el centro de la atracción, el eje de las miradas y todos se llenaron de loas por tu apariencia y tu tranquilidad aparentemente sin límites, y yo, que ni puedo, y ni quiero dejar de oirlas, me paseé toda la noche con tu diminuta figura, casi que más que una fiesta por mis 40, ha sido una fiesta de recepción para tu entrada en nuestras vidas