martes, 31 de diciembre de 2019

Día del niño 2015


Al fin estas dormido, cansado, rendido. Sabe solo Dios que pensará esa cabecita inquieta luego de un día que te ha colmado de besos y regalos. Vos seguís durmiendo tu sueño de niño, indiferente a esta estúpida manía que hemos aprendido los grandes de tener que comprarlo todo. Tu lugar en la casa se ha llenado de juguetes y los restos de los envoltorios desechos ante el apuro por develar el misterio, pero vos seguís dormido, cobijando a un peluche de poca monta que se ríe de otros regalos más esforzados que miran desde el piso tu elección sin precio. Gracias hijo. Por ser tan niño, por preferir una plaza cualquiera de tarde al sol donde ir a gritar y desplegar tu niñez. Gracias hijo, por no darle valor a las cosas, haciendo que todas cuesten lo mismo, que la remera más vieja sea la más querida por el solo hecho que te gusta, gracias. Gracias hijo por seguir pidiendo que te alce hasta cielos imaginarios, a pesar de que mis brazos muchas veces duelan de trabajo y también la cintura. Gracias hijo por seguir queriendo upa aunque me duelan las rodillas, por tener la sonrisa tan fácil y también por que no, el llanto. Gracias hijo por venir a mis brazos a refugiarte, porque nunca te alcancen los goles con cualquier elemento que oficie de pelota. Gracias hijo por abofetearme con tu mirada impoluta pidiendo lo que no cuesta nada y que a veces parece ser tanto. Gracias hijo por hacer un mundo gigante de la cosa más pequeña, por seguir buscando excusas para colarte en mi cama. Gracias hijo por hacerme amarte tanto, tanto

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejà tu impresiòn. Gracias